Seguridad de los Alimentadores Químicos
Translated by Rachael Sine; see the original English version here.
En Estados Unidos, miles de personas acuden cada año a las salas de emergencias por lesiones causadas por productos químicos en piscinas, y según los Institutos Nacionales de Salud es probable que muchos accidentes no se denuncien.
Las lesiones pueden deberse a la sensibilidad a las concentraciones químicas estándar de las piscinas, pero la exposición accidental a productos químicos superconcentrados por mal funcionamiento del equipo o la inhalación accidental de vapores también son causas comunes, según el instituto.
Colby Stratman, director de desarrollo comercial de acuariofilia de Blue-White en Huntington Beach, California, afirma que uno de los mayores problemas con los que se topa cuando se trata de accidentes con productos químicos en piscinas es que las personas controladoras introducen productos químicos en un sistema de circulación muerto.
“Su mayor responsabilidad en materia de seguridad o su mayor probabilidad de sufrir lesiones procede de su equipo de alimentación química,” afirma Stratman.
Cuando las personas controladoras de productos químicos suministran cloro y ácido, suele haber un presostato que impide que los productos químicos fluyan en caso de que se apague la bomba. Si ese presostato falla, puede ser extremadamente peligroso que no fluya el agua.
“Cuando vuelvan a encender esa bomba, empezará a bombear agua por ahí y empujará todo eso a la piscina,” explica Stratman. “Y eso puede causar un problema enorme.”
Cuando el cloro líquido y el ácido se mezclan, la reacción puede culminar en lo que Stratman describe como similar al gas mostaza, lo que subraya la gravedad del fallo de los presostatos, un problema del que, según Stratman, muchos en la industria no son conscientes.
“Por desgracia, he presenciado, investigado y analizado muchos incidentes a lo largo de los años,” dice Kevin Boyer, director de operaciones de Poolsure en Houston. “Estos sucesos son más comunes de lo que muchas personas profesionales de piscinas creen.”
Stratman dice que puede no deberse a la negligencia de las personas operarias. “O no están capacitadas o no hay mantenimiento preventivo,” explica. “Puede que no tengan esa previsión de hacer el mantenimiento preventivo adecuado.”
Anita Minervino, presidenta de Coastal Pure en Myrtle Beach, South Carolina, afirma que lo más lamentable de prestar servicio a una zona turística es la mayor probabilidad de que se produzcan incidentes químicos. “Si aparece un equipo de noticias local y se evacua un tramo de Ocean Boulevard, nueve de cada diez veces se trata de cloro líquido mezclado con ácido sulfúrico, lo que provoca un problema de materiales peligrosos,” explica.
Stratman, Boyer y Minervino abogan por una mayor concienciación sobre este tema y creen que los accidentes pueden evitarse en gran medida con una capacitación y una vigilancia adecuadas.
Según la experiencia de su equipo, los agujeros o grietas en los tubos que transportan el ácido y el cloro son los más problemáticos. “Los tubos químicos de los alimentadores automáticos se vuelven quebradizos y pueden rociar cloro o ácido por el agujero de un alfiler, algo difícil de ver,” explica.
Para evitar este problema, su equipo cambia todos los tubos cada 90 días. También se utilizan alimentadores químicos con enclavamientos de seguridad para evitar la exposición accidental desconectando el sistema durante el mantenimiento o las averías.
Stratman afirma que destaca la importancia de la seguridad de los alimentadores químicos siempre cuando y como puede, pero le gustaría que la información se compartiera más ampliamente.
“Es uno de esos temas de los que hay que hablar más, no sólo en publicaciones sino en distintos foros en línea, y sería estupendo ver más clases,” afirma Stratman, quien sugiere que más exposiciones y conferencias sobre piscinas acojan talleres centrados específicamente en la alimentación y la seguridad química.
“En última instancia, somos una industria construida sobre la recreación, y debemos esperar que nuestros clientes y miembros del equipo tengan una experiencia positiva y segura,” dice Boyer. “Los accidentes relacionados con productos químicos degradan esa experiencia para todas personas.”
Para las personas profesionales de piscinas que buscan abordar el tema de la seguridad de los alimentadores químicos, los expertos sugieren:
- Comunicar a las personas operarias de las piscinas que es necesario inspeccionar diariamente las fugas de los sistemas de alimentación y las zonas de almacenamiento. Enseñarles a identificar fugas y peligros potenciales.
- Realización de análisis diarios de los niveles de cloro y pH de la piscina.
- Exigir equipos de protección individual a toda persona que manipule productos químicos.
- Mantener siempre separados los productos químicos de la piscina. Designar y etiquetar cucharones y cubos específicos para la mezcla y la aplicación.
- En un lugar visible y accesible, llevar un cuadro actualizado de cuándo se realiza el mantenimiento y qué se ha hecho.
- Disponer de un plan de emergencia que incluya kits de EPI fácilmente accesibles y señalización del cierre de la piscina.
- Fomentar la formación estándar del sector, como la CPO, para todas las personas operadoras y técnicas.
- Invertir en bombas químicas con funciones de seguridad integradas.
- Investigar y pensar en actualizar los conductos de alimentación de polietileno a un material más duradero como el Kynar, ya que las tuberías de polietileno pueden romperse y degradarse en menos de un año.
- Instalación de una alarma para alertar al personal de acuariofilia si se apaga la bomba de recirculación.
- Instalar un dispositivo como un enclavamiento de seguridad que detenga automáticamente la alimentación cuando no haya caudal o el caudal sea bajo en el sistema. Los enclavamientos de seguridad deben someterse a pruebas y los resultados deben registrarse cada 30 días.
- Instalar una cerradura con código de acceso u otra función de bloqueo en los controladores químicos para impedir el acceso a personas sin formación.
- Difusión y promoción en línea de productos educativos gratuitos del sector.
*Muchas de estas prácticas son obligatorias para las instalaciones acuáticas y piscinas comerciales y son requisitos más que sugerencias.